sábado, 31 de diciembre de 2011

Mujeres

Romano & Sapienza feat Ruly Mc - Mujeres (Original + Karmin Shiff Remix) Sexy Hot Party 2011

viernes, 30 de diciembre de 2011

martes, 27 de diciembre de 2011

lunes, 26 de diciembre de 2011

Kitten In His Starship


Do you want more cuteness overloads? Well, here we go! ^^

Awwwwwwww




Soft kitty, warm kitty, little ball of fur...


Put ya hands up lil bandit! ^^

sábado, 24 de diciembre de 2011

jueves, 22 de diciembre de 2011

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Le Parisien

Los Troveros Criollos

En Francia hay un París
y en él se rinde culto al dios amor.
Esa es la tierra del placer
donde reina la mujer
con todo su esplendor.

En el salón, en el café
cuando se oyen las notas de un vals,
al parisien ahí se le ve
seguir el ritmo con voluptuosidad.

Cuando al rítmico y al embeleso
del vals, el murmurador compás,
el francés desecharía un beso
por seguir tras de su ritmo
que le gusta mucho más.

martes, 20 de diciembre de 2011

Las Fiestas Navideñas

  
          Estos días de fiestas me ponen de un humor sombrío, avinagrado. Se supone que uno debería sentirse contento de compartir las fiestas con su familia y salir de compras entusiasmado para expresar su afecto mediante regalos y, cuando se está comprando o envolviendo lo comprado o a punto de obsequiar lo envuelto, sentir que los rencores van menguando y acaso desaparecen y que florece en el espíritu un renovado amor al pariente, al amigo, al prójimo, al vecino.
 
    Yo, la verdad, perdón por la franqueza, no siento nada de eso, o siento lo contrario de eso. Para comenzar, siempre me ha resultado arduo compartir mi vida minúscula, pesarosa con mi familia. Tengo para mí que la familia es un mal necesario, un mal a secas, y que hay que huir de ella como quien escapa de un campo de concentración. La familia es la fuente de los peores conflictos y frustraciones, una guerra de guerrillas, territorio minado, la maleza en la que se agazapan tus peores enemigos, esos que en días soleados se hacen pasar como tus amigos. Un día triste siempre puede ser aun más triste si se lo comparte con la familia.



        Mi recuerdo de la vida familiar es que en ella predominan la simulación, la intriga, la emboscada, el chisme artero, la sonrisa de quien te da un regalo y luego se solaza machacándote a tus espaldas con insidias educadas. Tal vez no todas las familias son como las que yo he conocido, pero me parece que es infrecuente que las familias se reúnan para hablar de las cosas que en verdad importan: lo que suele animar los conciliábulos familiares es la obediencia a la ceremonia, al protocolo doméstico, cumplir con las formas, celebrar ciertas fechas marcadas en el calendario, obligarse al ritual de unas sonrisas o unos abrazos o unas felicidades impostadas o unos regalos que no siempre se dan deseándolo sino para quedar bien, para salir del apuro, para demostrar que uno cumple –a regañadientes, pero cumple– con la bendita, inaguantable familia. Ya luego, acababa la reunión, la familia se disgrega, se dispersa, y es entonces cuando se desatan las lenguas viperinas y no queda títere con cabeza y uno descubre que ha asistido a la fiesta familiar no para salir queriendo más a los parientes sino para marcharse odiándolos como nunca los había odiado, creyendo haber descubierto en ellos unas ruindades y unas bajezas que los convierten en seres intratables, no deseando verlos más, jurando no volver a esa reunión a la que no teníamos ganas de asistir y fuimos obligados por las circunstancias, para quedar bien con la familia.

«Da la impresión de que el regalo no es siempre una expresión de afecto, sino de jactancia, de recursos, de poder, un modo sibilino de decirle al regalado: mira cuánta plata tengo, mira el buen regalo que te hago, sin duda es mejor que el adefesio que me has endilgado tú, mira lo bien que me va, procuro no verte todo el año (y por eso me va tan bien) pero ahora que es Navidad me veo forzado a verte, me resigno a verte y te recuerdo mi éxito con este regalo que me ha costado un ojo de la cara, más vale que me lo agradezcas como es debido, mira el dineral que me he gastado en ti.»

            Porque a la familia, y hablo por mí, que nadie se dé por aludido, no tiene uno muchas ganas de verla en días corrientes, y por eso en días festivos, cuando se nos obliga a verla, cuando se nos espera, cuando sabemos que quedaremos mal si no acudimos a visitarla, es precisamente cuando menos ganas se tiene de entreverarse con ella, menos ganas aun que un día ordinario, laico, desprovisto de fanfarria y beatería. Esta es una norma que procuro observar con espíritu subversivo, dinamitero: si una vaga idea del bienestar personal me remite a la soledad y a la lejanía de mi familia –una distancia a ser posible geográfica y mensurable en miles de kilómetros o en horas de avión, visa por medio–, entonces la celebración de una fiesta, no siendo creyente y siendo un probado aguafiestas, consiste, en mi caso, en festejar lo contrario de lo que comúnmente se festeja, es decir no que me he reunido con la familia sino que me he reunido conmigo mismo a despecho de la familia, que no soy prisionero de la familia, que no voy a permitir que el peso abrumador de la familia hunda y ahogue al individuo vagaroso que soy, que me he emancipado en buena hora de las servidumbres y los yugos a las que la familia nos acostumbra.

         El mismo principio rige para los regalos: si salir de compras es ya una actividad reñida con el placer y no resulta agradable ni siquiera si uno va a comprarse cosas para sí mismo, ¿cómo podría ser estimulante o alentador o tan siquiera tolerable salir a comprar frenéticamente unos regalos que uno no quiere regalar? Si los creyentes festejan ciertas cosas religiosas y lo hacen no tanto rezando cuanto comprando y obsequiando, ¿por qué uno, que no cree mayormente en las religiones y que en particular descree de los creyentes, tendría que celebrar tan arbitraria convención gastando su dinero en personas a las que, por otra parte, no tiene muchas ganas de ver?

           Da la impresión de que el regalo no es siempre una expresión de afecto, sino de jactancia, de recursos, de poder, un modo sibilino de decirle al regalado: mira cuánta plata tengo, mira el buen regalo que te hago, sin duda es mejor que el adefesio que me has endilgado tú, mira lo bien que me va, procuro no verte todo el año (y por eso me va tan bien) pero ahora que es Navidad me veo forzado a verte, me resigno a verte y te recuerdo mi éxito con este regalo que me ha costado un ojo de la cara, más vale que me lo agradezcas como es debido, mira el dineral que me he gastado en ti.


    Bien miradas, las fiestas navideñas parecen un mandato moral para ser buenos, o para ser buenos al menos un día al año, una exhortación silente (o no tanto: cuando algunas familias se reúnen, lo primero que hacen, nada más saludarse, es reventar cohetes y fastidiar a los vecinos y a los perros del barrio con un bullicio inacabable) a recordar cuánto amamos a los parientes y los amigos y cuán ardientes son nuestros deseos de expresar ese amor con regalos. Pero no todos podemos ser buenos, la bondad es algo que nos resulta una imposibilidad genética, una quimera, una pose, una máscara, y bien sabemos que si procuramos ser buenos aunque solo sea en las fiestas, nos sentiremos miserables, desgraciados, porque la bondad es incompatible con nuestro espíritu, la bondad es aburrida, es previsible, no es divertida. No somos buenos, hemos de admitirlo y tenerlo en cuenta en estos días en que casi todos se hacen pasar por buenos, pero eso tampoco nos convierte necesariamente en malos, y sin embargo es así como nuestra alergia a las fiestas hace que los demás nos perciban. El que no va a la fiesta, es malo. El que no regala, es malo, es tacaño. El que prefiere quedarse encerrado en su casa y no estropearse la noche comiendo pan dulce y cantando villancicos es un patán, un descastado. El que se pregunta por qué debería observar una fiesta religiosa cuando no se es una persona religiosa, es un mal bicho, un miserable, alguien que, al dudar, mata a Dios, mata al Niño Jesús, mata a los Reyes Magos y deja el pesebre hecho una orgía de sangre: ¿cómo puedes ser tan malvado que ni siquiera eres creyente en Navidad? ¿No puedes fingir por un momento que eres creyente para llevar la fiesta en paz? ¿No puedes ir a misa de gallo por cortesía, por respeto a la familia que tanto te ha padecido? ¿No puedes hacer el pequeño sacrificio de dar regalos aun si no te provoca hacerlos, ya que gracias a la familia te ha sido dado el regalo de la vida, que es inestimable?
 
            Estos días de fiestas me ponen de un humor sombrío, avinagrado, tal vez porque me recuerdan que la bondad y la fe y el amor a la familia no son rasgos de mi carácter, son ejercicios, son esfuerzos, son cosas que me cuestan un trabajo. No llevo bien estos días porque, ensimismado, enfurruñado, un amasijo de rencor y mala sangre, me encuentro pensando con frecuencia que mi familia y yo nos hemos acostumbrado a estar bien alejándonos los unos de los otros, o yo de ellos, o ellos de mí, y que resulta mínimamente prudente, un modesto acto de coherencia intelectual y moral, preservar esa lejanía para que las fiestas nos sean más leves, más llevaderas.

Por Jaime Bayly. Tomado de Peru21.pe

--------------/--------------

domingo, 18 de diciembre de 2011

sábado, 17 de diciembre de 2011

Stay With Me Tonight

Deepside Deejays

Stay with me tonight, night, night, night, night
 Never say goodbye, bye, bye, bye, bye
 Close your eyes, be mine, mine, mine, mine, mine
 Remember the good times, together
 Stay with me tonight

I wish you no more than before,
so let me know your coming back for more,more,more,more,more.
 I feel the world is very small no matter where you go
I need you more,more,more,more, more
 
 I know where you go today, tomorrow 'cause you are my soul
I love you; you know
If I miss a day, I won't be too late
I'll be by your side.

Stay with me tonight, night, night, night, night
Never say goodbye, bye, bye, bye, bye
Close your eyes, be mine, mine, mine, mine, mine
Remember the good times, together

Stay with me tonight, night, night, night, night

Come give me some more, so give me some more
Come give me some more,more,more,more,more
Some more!

domingo, 11 de diciembre de 2011

jueves, 8 de diciembre de 2011

miércoles, 7 de diciembre de 2011

lunes, 5 de diciembre de 2011

Lose Yourself

Eminem

Look, if you had one shot, or one opportunity
 To seize everything you ever wanted in one moment
 Would you capture it or just let it slip?

 His palms are sweaty, knees weak, arms are heavy
 There's vomit on his sweater already, mom's spaghetti
 He's nervous, but on the surface he looks calm and ready to drop bombs,
 but he keeps on forgetting what he wrote down,
 the whole crowd goes so loud
 He opens his mouth, but the words won't come out
 He's choking how, everybody's joking now
 The clock's run out, time's up over, bloah!
 Snap back to reality, Oh there goes gravity
 Oh, there goes Rabbit, he choked
 He's so mad, but he won't give up that
 Easy, no
 He won't have it , he knows his whole back's to these ropes
 It don't matter, he's dope
 He knows that, but he's broke
 He's so stagnant that he knows
 When he goes back to his mobile home, that's when it's
 Back to the lab again, yo
 This whole rhapsody
 He better go capture this moment and hope it don't pass him

 You better lose yourself in the music, the moment
 You own it, you better never let it go
 You only get one shot, do not miss your chance to blow
 This opportunity comes once in a lifetime yo
 (You better)

 The soul's escaping, through this hole that is gaping
 This world is mine for the taking
 Make me king, as we move toward a new world order
 A normal life is boring, but superstardom's close to post mortem
 It only grows harder, only grows hotter
 He blows us all over these hoes is all on him
 Coast to coast shows, he's known as the globetrotter
 Lonely roads, God only knows
 He's grown farther from home, he's no father
 He goes home and barely knows his own daughter
 But hold your nose 'cause here goes the cold water
 His hoes don't want him no more, he's cold product
 They moved on to the next schmoe who flows
 He nose dove and sold nada
 So the soap opera is told and unfolds
 I suppose it's old partner but the beat goes on

 No more games, I'ma change what you call rage
 Tear this motherfucking roof off like 2 dogs caged
 I was playing in the beginning, the mood all changed
 I've been chewed up and spit out and booed off stage
 But I kept rhyming and stepped right into the next cypher
 Best believe somebody's paying the pied piper
 All the pain inside amplified by the fact
 That I can't get by with my 9 to 5
 And I can't provide the right type of life for my family
 Cause man, these goddam food stamps don't buy diapers
 And it's no movie, there's no Mekhi Phifer, this is my life
 And these times are so hard, and it's getting even harder
 Trying to feed and water my seed, plus
 Teeter totter caught up between being a father and a prima donna
 Baby mama drama's screaming on and
 Too much for me to wanna
 Stay in one spot, another day of monotony
 Has gotten me to the point, I'm like a snail
 I've got to formulate a plot or I end up in jail or shot
 Success is my only motherfucking option, failure's not
 Mom, I love you, but this trailer's got to go
 I cannot grow old in Salem's lot
 So here I go it's my shot.
 Feet fail me not, this may be the only opportunity that I got

 You can do anything you set your mind to, man
.

jueves, 1 de diciembre de 2011

Una Palabra

Carlos Varela
Una palabra no dice nada
 y al mismo tiempo lo esconde todo
 igual que el viento que esconde el agua
 como las flores que esconden lodo.

 Una mirada no dice nada
 y al mismo tiempo lo dice todo
 como la lluvia sobre tu cara
 o el viejo mapa de algún tesoro.

 Una verdad no dice nada
 y al mismo tiempo lo esconde todo
 como una hoguera que no se apaga
 como una piedra que nace polvo.

 Si un día me faltas no seré nada
 y al mismo tiempo lo seré todo
 porque en tus ojos están mis alas
 y está la orilla donde me ahogo
.