sábado, 23 de octubre de 2010

Comisarias Dan Pena

Celda utilizada como depósito en la Comisaría de Tupac Amaru 


Celda de la Comisaría Sectorial de Pisco 

Comisaría de Casa Grande - Trujillo 

Servicios higiénicos de la comisaría de Huánuco 

Ducha de la Comisaría
de Posope Alto (Lambayeque). de Casa Grande (Trujillo).
 

Comisaría El Tambo (Junín) 

Comisaría de Paiján - Trujillo 

Comisaría Buenos Aires - Trujillo 

Comisaría de Asillo - Puno 

 Comisaría de Paiján (Trujillo)

Daños en los dormitorios del personal
policial de la Comisaría de Paiján, (Trujillo)
 Estado de la celda en la Comisaría Estado de la celda en la Comisaría
de Chala – Arequipa

Mobiliario y máquina de escribir de la Comisaría de Nanay (Loreto).
 
Policías de Villa María del Triunfo tienen que pedir a los detenidos y denunciantes que compren papel para los atestados.

¿Se imagina a un policía pidiendo menos de un sol a los detenidos o denunciantes para comprar papel para elaborar el atestado? Es una triste realidad que ocurre a diario en la mayoría de comisarías del país, de acuerdo con un informe de la Defensoría del Pueblo.

La delegación de Villa María del Triunfo es la más pobre de Lima. Hay situaciones extremas a diario: los agentes recorren las reencauchadoras del distrito pidiendo que les reparen las llantas viejas de alguno de sus tres patrulleros. En ocasiones ruegan a los mecánicos para que revisen las unidades.

A pesar de tener la fachada pintada y aparentemente en buen estado, las instalaciones eléctricas del establecimiento de la avenida El Triunfo son deficientes y las estructuras presentan serios daños. Según Defensa Civil, las paredes o el techo van a colapsar.

Un suboficial que trabaja en el área de Investigación de esta dependencia –y que no quiso identificarse por temor a represalias– señaló que ante la obsolescencia de las máquinas de escribir que les asignaron, sus compañeros tuvieron que llevar las computadoras de sus casas para poder trabajar. Por si fuera poco, cada vez que se acaba la tinta de la impresora –que también adquirieron ellos– deben hacer una colecta entre todos para comprarla.

Según el policía “falta desde lapiceros hasta sillas”. Y sigue su relato: “A veces vienen dos o tres personas para poner una denuncia, pero como no hay sillas les pedimos que solo uno ingrese”.

También deben incrementar el costo de disquetes o de CD para copiar información que los ciudadanos requieran para recaudar fondos o cubrir otras necesidades como la tinta para las impresoras, que al igual que las computadoras, tienen que llevar de su casa para poder trabajar.

Solo 22 policías están a cargo de la seguridad de más de 300 mil personas que hay en su jurisdicción (180 asentamientos humanos).

Cada día reciben cinco galones de gasolina, insuficientes para recorrer las calles las 24 horas. Además, las seis balas diarias que les proporcionan no sirven en caso de un enfrentamiento con delincuentes.

Otro policía revela que no hay agua en los servicios higiénicos y que el techo de las habitaciones asignadas para descansar es de calamina. Con la lluvia, las espumas que usan para dormir se mojan.

“La gente cree que no tenemos ganas de trabajar, pero con estos limitados recursos, ¿cómo podemos combatir la delincuencia?”, dice. Y posiblemente tenga razón.

Fuente: Peru21.pe
Fotos: defensoria.gob.pe

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