Háblame de tí, cuéntame, de tu vida. Sabes tú muy bien, que yo estoy, convencida de que tú no puedes, aunque intentes, olvidarme. Siempre volverás, una y otra vez, Una y otra vez, siempre volverás. Aunque ya no sientas más amor por mí. Sólo rencor. Yo tampoco tengo nada que sentir... y eso es peor, pero te extraño... cómo te extraño! No cabe duda que es verdad que la costumbre es más fuerte que el amor...
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